Principio de adaptación
Mirar al pasado en busca de explicaciones sobre el presente parece un enfoque razonable. Desde luego, es algo habitual; ya sea el terapeuta que intenta ayudarme a encontrar las raíces de mis problemas actuales en mi infancia, o el astrónomo que explica la forma del universo que nos rodea como consecuencia del big bang. Nada parece más natural que entender lo que nos rodea (o lo que somos) a partir de lo que ha sucedido previamente.
Silo, sin embargo, dio prioridad al futuro, señalando que lo que creemos que va a ocurrir nos moldea tanto o más que lo que ya ocurrió. Tomemos a una persona con un pasado difícil que cree que el día de mañana será estupendo, y comparémosla con una persona cuya vida ha sido maravillosa pero que cree que el día de mañana es un desastre a punto de ocurrir. Considera todos los cambios que podrían ocurrir en alguien que cree que está a punto de perder su sustento - cómo sufre aunque el evento no haya ocurrido. Compara eso con la situación de una persona que cree que está a punto de conseguir un trabajo estupendo y bien pagado. Obviamente, sus estados internos son muy diferentes. En el segundo caso, su sufrimiento retrocede, sus preocupaciones se desvanecen, se siente más fuerte y confiado.
Sin embargo, en ambos casos no ha pasado nada en realidad, lo único que ha cambiado es una imagen del futuro, un futuro que puede resultar muy diferente a lo imaginado. No cabe duda de que lo que ha sucedido en el pasado influye en la situación actual, eso es algo que se entiende perfectamente, pero en estos ejemplos lo que está produciendo cambios en el presente es el futuro. Es algo que no ha ocurrido (y puede que nunca ocurra).
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