Cuando diariamente se sigue una conducta sin contradicciones retrocede el sufrimiento en uno mismo y en quienes nos rodean. Por ello, es de gran importancia conocer y aplicar principios o reglas prácticas que nos permitan superar la contradicción. Además de la conducta que se lleva en el mundo de relación está la experiencia interna, individual, que cada uno reconoce a veces como frustración y sin-sentido o en ocasiones como ideal que estimula y da alegría.
Así como es posible orientar la conducta en base a principios de Acción Válida como los que hemos señalado, también es alcanzable una experiencia personal interna de paz, alegría y fuerza. Es posible una experiencia que dé sentido a la vida. Y es razonable que uno sea instruido en estos dos pilares de la vida plena: la acción válida y la experiencia interna. Tales pilares deben sustentar una existencia coherente. La conducta externa debe coincidir con la experiencia interna. Eso no sucede habitualmente generándose en las personas esa vida contradictoria, dividida entre lo que hacen y dicen, entre lo que piensan y sienten, etcétera. Pensar en una dirección, sentir en otra y actuar en otra diferente, es lo más común y ello no puede solucionarse a menos que se esté instruído y se trabaje en la experiencia interna y la Acción Válida. Los principios o reglas de Acción Válida, deben servirnos para la vida diaria del mismo modo que las experiencias que realizamos en la Comunidad deben estar al servicio de nuestro perfeccionamiento interior.
SILO (extracto Los principios de Drummond 3 - 2000)
Comments