Así que, el primer problema al que me enfrento cuando pienso en este principio me ha proporcionado una importante lección. Es una que he aprendido a aplicar a todos los principios, y mi trabajo de tejerlos en un estilo de vida que promueve la unidad interna, y sirve a los que me rodean. Es decir, tengo que pensar en ellos - mucho.
Por ejemplo, ¿cómo sé cuando una tendencia es "la evolución de las cosas" y cuando es sólo una posibilidad, un accidente o una moda? ¿Cómo puedo saber cuando mi aceptación de esta tendencia es sólo debilidad, pereza o simplemente un error de mi parte, y cuando es realmente el curso de acción apropiado.
Aplicar mal el principio al aceptar algo que no representa realmente la "evolución de las cosas" puede ser (en el mejor de los casos) contraproducente. Por ejemplo, si la gente hubiera aceptado el dolor y la enfermedad como algo inevitable, la ciencia médica no habría evolucionado. Puede que no sea una exageración decir que cada gran avance humano ha surgido como una rebelión contra la inevitabilidad. Y ahí es donde la sabiduría entra en juego.
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